Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana
la vida. Proverbios 4:23.
DEFINICIÓN DEL CORAZÓN: La
sociedad contemporánea por lo general considera la cabeza con su cerebro como el
centro y el rector de la actividad humana. Sin embargo, la Biblia se refiere al
corazón como el centro; “de el mana la vida” (Proverbios
4:23; cf. Lucas 6:45). Desde el punto de vista bíblico, el corazón
pudiera verse como que abarca la totalidad del intelecto, de la emoción y de la
voluntad de uno.
Pero decía, que lo que del hombre, sale eso contamina al
hombre. Porque de dentro del corazón de los hombres, salen los malos
pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las
avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la
soberbia, la insensatez. Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al
hombre. Marcos 7:20-23.
EL CORAZÓN ES EL CENTRO DEL INTELECTO: Las
personas reconocen las cosas en su corazón (Deuteronomio
8:5), meditan en su corazón (Salmos 19:14; Salmos
77:6), hablan en su corazón (1 Samuel 1:13);
guardan los dichos de Dios en su corazón (Salmos 119:11;
Proverbios 4:21), maquinan males en su corazón (Salmos 140:2), cavilan en su corazón (Marcos 2:8), dudan en su corazón (Marcos 11:23), guardan cosas en su corazón (Lucas 2:19),
creen en su corazón (Romanos 10:9), y cantan en su
corazón (Efesios 5:19). Todas esas acciones del
corazón son de manera primordial cuestiones que implican la mente.
EL CORAZÓN ES EL CENTRO DE LAS EMOCIONES: Por
eso las escrituras hablan del corazón alegre (Éxodo
4:14), el corazón amoroso (Deuteronomio 6:5),
el corazón desfallecido (Josué 5:1), el corazón
alentado (Salmos 27:14), el corazón contrito (Salmos 51:17), el corazón acongojado (Proverbios 12:25, Romanos 9:2), el corazón irritado (Proverbios 19:3), el corazón vivificado (Isaías 57:15), el corazón adolorido
(Jeremías 4:19), el corazón afligido (Lamentaciones
2:18), el corazón humilde (Mateo 11:29), el
corazón ardiente (Lucas 24:32), y el corazón turbado
(Juan 14:1). Todas esas acciones del corazón son
primordialmente de carácter emocional.
POR EL ÚLTIMO, EL CORAZÓN ES EL CENTRO DE LA VOLUNTAD
HUMANA: Por eso se lee en las Escrituras sobre el corazón endurecido que
se niega a hacer lo que Dios ordena (Éxodo 4:21), el
corazón que se inclina a aferrarse a Dios (Josué 24:23)
y a obedecer sus testimonios (Salmos 119:36),
el corazón que procura hacer la voluntad de Dios (1 Samuel
2:35), el corazón que se pone a buscar al Señor (1
Corintios 22:19), el corazón que decide (2 Corintios
6:7), el corazón que desea recibir de Señor (Salmos
21:1-2) y el corazón que anhela hacer algo (Romanos
10:1). Todas esas actividades tiene lugar en la vida humana.
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