miércoles, 5 de diciembre de 2012

El Corazón




Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida. Proverbios 4:23.

DEFINICIÓN DEL CORAZÓN: La sociedad contemporánea por lo general considera la cabeza con su cerebro como el centro y el rector de la actividad humana. Sin embargo, la Biblia se refiere al corazón como el centro; “de el mana la vida” (Proverbios 4:23; cf. Lucas 6:45). Desde el punto de vista bíblico, el corazón pudiera verse como que abarca la totalidad del intelecto, de la emoción y de la voluntad de uno.

Pero decía, que lo que del hombre, sale eso contamina al hombre. Porque de dentro del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez. Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre. Marcos 7:20-23.

EL CORAZÓN ES EL CENTRO DEL INTELECTO: Las personas reconocen las cosas en su corazón (Deuteronomio 8:5), meditan en su corazón (Salmos 19:14; Salmos 77:6), hablan en su corazón (1 Samuel 1:13); guardan los dichos de Dios en su corazón (Salmos 119:11; Proverbios 4:21), maquinan males en su corazón (Salmos 140:2), cavilan en su corazón (Marcos 2:8), dudan en su corazón (Marcos 11:23), guardan cosas en su corazón (Lucas 2:19), creen en su corazón (Romanos 10:9), y cantan en su corazón (Efesios 5:19). Todas esas acciones del corazón son de manera primordial cuestiones que implican la mente.

EL CORAZÓN ES EL CENTRO DE LAS EMOCIONES: Por eso las escrituras hablan del corazón alegre (Éxodo 4:14), el corazón amoroso (Deuteronomio 6:5), el corazón desfallecido (Josué 5:1), el corazón alentado (Salmos 27:14), el corazón contrito (Salmos 51:17), el corazón acongojado (Proverbios 12:25, Romanos 9:2), el corazón irritado (Proverbios 19:3), el corazón vivificado (Isaías 57:15), el corazón adolorido (Jeremías 4:19), el corazón afligido (Lamentaciones 2:18), el corazón humilde (Mateo 11:29), el corazón ardiente (Lucas 24:32), y el corazón turbado (Juan 14:1). Todas esas acciones del corazón son primordialmente de carácter emocional.

POR EL ÚLTIMO, EL CORAZÓN ES EL CENTRO DE LA VOLUNTAD HUMANA: Por eso se lee en las Escrituras sobre el corazón endurecido que se niega a hacer lo que Dios ordena (Éxodo 4:21), el corazón que se inclina a aferrarse a Dios (Josué 24:23) y a obedecer sus testimonios (Salmos 119:36), el corazón que procura hacer la voluntad de Dios (1 Samuel 2:35), el corazón que se pone a buscar al Señor (1 Corintios 22:19), el corazón que decide (2 Corintios 6:7), el corazón que desea recibir de Señor (Salmos 21:1-2) y el corazón que anhela hacer algo (Romanos 10:1). Todas esas actividades tiene lugar en la vida humana.

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